Delgado, Daniel. Testimonio

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Testimonio del Pastor Daniel Delgado - Iglesia Menonita de Chile

En el año 1976, en la Población Jose María Caro, se realizaba en un hogar una reunión a la cual fui invitado a participar como oyente y tuve la oportunidad de recibir a Jesús como mi salvador. Desde aquel día, fui un fiel seguidor de Jesucristo. Algo radical nació dentro de mí. Luego de algunos años, en ese mismo lugar se construyó un pequeño templo como para 60 personas. La mayor parte de las personas venían de familias con problemas económicos y violencia intrafamiliar. Desde el primer día que Dios me recogió de ese lugar supe que fui llamado para servir y para predicar. Me di cuenta que para poder realizar esta tarea tenía que prepararme en forma espiritual y en las Escrituras. Fue así que tome la decisión de entrar al instituto bíblico, por cuatro años, todo esto autofinanciado en tiempos difíciles a nivel económico y laboral. Además, de aquellos pocos momentos de expresión en dictadura militar. Pero con la ayuda de Dios logré terminar los estudios en el instituto.

Siempre fui muy deseoso e inquieto de hacer cosas por el reino de Dios. Debido a esto, fui director de coro, mas adelante fui diacono de la iglesia por dos años. Luego ayudante del pastor. Además estuve a cargo del estudio bíblico de la Iglesia. Después forme un equipo evangelistero de nueve personas, esto fue algo revolucionario para la época. Entre los años 80 al 87, compramos instrumentos electrónicos y una batería y comenzamos a predicar en las poblaciones de Santiago y sus comunas. Con el transcurrir del tiempo nos hicimos conocidos. Los pastores nos recomendaban a participar a distintas iglesias. Teníamos una agenda apretada, nuestro grupo de llamaba “Jesús te amo”. Esto nos ayudó a crecer en muchas áreas y salvar almas para Cristo, hasta que en el año 1988 llegué a la población la legua, para realizar una cruzada evangelística. Mientras realizábamos esta actividad, un grupo de hermanos nos pidió si podíamos predicarles una semana sobre el Señor. Como yo era el líder dije que bueno. Terminada la actividad, me pidieron que les hiciera un tema bíblico, todos los lunes por un espacio de tiempo determinado. Así me di cuenta que estaba cada vez mas involucrado con ellos, hasta que la iglesia se fue formando y creciendo. Al pasar el tiempo, arrendábamos en distintos lugares, hasta que se nos dio la oportunidad de comprar un terreno para formar la iglesia en la legua, con capacidad de 250 personas y con dos pisos, todo gracias a la misericordia de Dios. Esta obra no se habría hecho sin la unión y cooperación de los miembros de la iglesia. No dejo tampoco de dar gracias a mi esposa Gladys Silva y mis dos hijos Jonatan y Dany Delgado.